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Hatha Yoga – Armonía entre acción y receptividad

Hatha yoga es uno de los estilos de yoga más antiguo teniendo sus orígenes en el siglo XI. Su nombre viene del sánscrito y significa sol (Ha) y luna (Tha) haciendo alusión a la energía masculina y femenina que corren en nosotros y tiene como objetivo equilibrarlas. Esto lo hace a través de una combinación de posturas físicas (asanas), ejercicios de respiración (pranayamas) y meditación.

Aquí es donde creo importante aclarar que la energía masculina se refiere a aquella que se dirige a la acción, a dar, producir y guiar y actúa a través de la lógica, voluntad y claridad. La energía femenina es dirigida por la intuición y la creatividad, te lleva a tener más sensibilidad y permite escuchar, sentir, recibir y crear comunidades.

Cuando hacemos presentes estos conocimientos es un poco difícil ignorar el hecho de que, especialmente en el occidente donde siempre se nos exige ser personas productivas, tendemos a hacer de lado la energía femenina. El tomar una pausa para poder hacer introspección, procesar emociones, empatizar con otros y querer formar parte de una comunidad son cosas que en su mayoría son ajenas a todos. Inclusive podemos percibir esto como pérdida de tiempo. Claro, esto es hasta que nos sentimos atorados en la vida, tenemos una crisis o nos encontramos tan abrumados por tanto que terminamos con ansiedad y/o depresión.

Y es aquí donde entra Yoga. Una filosofía de vida que tiene como enfoque conectar cuerpo, mente y alma y más allá de eso, te lleva a la búsqueda de una conexión profunda entre el ser individual y el universo. Pero dentro de todo el mundo de diferentes estilos de yoga que hay hoy en día, Hatha es de las variantes más amigables, especialmente para alguien que va entrando a este nuevo universo.

Lo que destaca del Hatha yoga en cuanto a la práctica física es su ritmo más lento y meditativo. Se mantiene cada postura durante más tiempo, permitiéndote usar la postura para poder conectar con tu cuerpo. Después de una clase de Hatha podrás notar de inmediato sus efectos como reducción de estrés, claridad mental y relajación profunda. A la larga, con una práctica constante te brindará beneficios como aumento de fuerza y flexibilidad, mejora en tu rango de movilidad, así como un enfoque mental más desarrollado.

“Enfócate en ser a través de tus acciones. Tu valor no te es dado por tus acciones, tu esencia es la que las dirige. Si eres leal a quien eres, encontrarás la armonía en todo lo que haces”.